top of page

El hombre bajo el sombrero

Fausto Bermúdez

10 ene 2024

'No es el hombre ocupado el que tiene una vida plena, sino el hombre que está en paz.' - Séneca.

El campo mexicano está lleno de héroes sin reconocimiento, de personas que a base de esfuerzos
insostenibles mantienen una infraestructura extremadamente compleja funcionando, donde a diario se
arriesga la vida y pocas veces se gana, donde formamos parte de cada comida, pero muy de vez en cuando
se nos dice gracias.

Es el campo mexicano el motor que da energía a la economía y que se nos ha dejado atrás; ahora ya se
nos perdió el respeto, se nos ve con desprestigio y nos ven como si fuéramos menos. Las nuevas
generaciones nos critican sin información, el desconecte que se tiene nos ha llevado a culparnos de
injusticias, modificaciones a la ley y limitaciones a nuestro trabajo por el simple hecho de ser humildes.
Humildes porque gozamos de una libertad emocional donde no nos hace falta demostrarle al mundo
nuestra calidad de vida, donde no hay rutina, donde nos visten los primeros rayos del sol con una taza de
café, comida casera y una serie de pendientes interminables que difícilmente llamamos trabajo, donde
nos llena de orgullo tener callos en las manos; casi siempre le llamamos estilo de vida.

Entiendo, valoro, comparto y comprendo el sentimiento de todos los ganaderos por la tradición, pero la
tradición no se pierde con la innovación; es empatar la tradición con la innovación. Uno de los golpes duros
que me ha dado la vida es comprender que la paz que nos brinda el campo es la razón principal de nuestra
mediocridad. Recordemos que el campo no es nuestro, la tierra es prestada y todos tenemos fecha de
expiración; nuestra única responsabilidad es dejarla en mejores condiciones de como la recibimos, pero
más importante, ser capaces de transmitirla. Si algo nos enseña la vida es que la única constante es el
cambio. Ponte a pensar cuánto sufrimos por no querer sufrir. El cambio no es doloroso, solo la resistencia
al cambio es dolorosa. Esa angustia, ansiedad y desesperación que sientes solo es falta de información o
acción. Hay muchas personas que buscamos rescatar el campo, retomar los valores y principios de la
familia que son el pilar por el cual trabajamos todos los días, de demostrarle con orgullo a nuestros papás,
abuelos y a la siguiente generación de que las cosas se pueden enderezar y que un apretón de manos
basta, que sí hay una salida y hay gente que nos puede decir cómo; no para el beneficio de una marca,
sino para el beneficio del campo, del hombre bajo el sombrero.

El campo llegará tan lejos como tú se lo permitas; no estamos solos, el camino está trazado y solo faltas
tú. De ganadero a ganadero, te digo: HAY ESPERANZA.

Juntos por tierras sanas, familias felices y negocios rentables.

bottom of page